Sólo Tú, Señor, tienes Palabra de vida eterna. Y esa es nuestra fe en Ti, Dios mío, porque solo Tú has hablado con la autoridad de Aquel que tiene la Verdad Absoluta y en el que se ha cumplido todo lo profetizado hasta la Resurrección.
Has dado la vida por nosotros y tu amor no tiene limites hasta el punto de amarnos sin condiciones. Señor, Tú soportas mi indiferencia, mis rechazos, mi soberbia, mis egoísmos, mis prioridades, mis caprichos, mis vanidades, mi orgullo... Y lo haces en silencio, pacientemente, sin alborotos, sin ruidos, amorosamente con misericordia y lleno de amor.
¿Cómo puedo yo actuar de otra manera con mi prójimo? Tu Palabra y Vida me da fuerzas y ánimo para yo también esforzarme en actuar con los demás de la misma manera. No tengo disculpas, ¿cómo yo no soy capaz de soportar a los de mi entorno y comunidad?
Dame Señor las fuerzas y la sabiduría de soportar todas esas pruebas de amor en el Espíritu Santo, que me acompaña, me asiste y me fortalece según tu promesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario