Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 18 de junio de 2018

NECESITAMOS SIMPLEMENTE ORAR Y ORAR

Resultado de imagen de Mt 5,38-42
La semilla no necesita de ti. Sólo necesita que la hundas en la tierra, y crece irremediablemente sin contar contigo. Quizás necesita que le dejes el campo bien preparado, con la suficiente humedad y abonos para que ella por sí sola empiece a crecer hasta dar frutos. Mientras, tú no adviertes nada y no te das cuenta hasta ver el fruto.

Así también es la obra de Dios en el corazón de cada hombre. Sólo necesita que te abras a la acción del Espíritu Santo y le dejes cultivar tu corazón. Un corazón sembrado para amar y perdonar. Un corazón que rehúye de la violencia y que el combate con el perdón y la misericordia. Un corazón abierto al riego, gota a gota, de la Gracia de Dios que va haciendo germinar frutos de amor dentro de tu corazón.

Y sin darte cuenta experimentas el deseo y la fortaleza de ofrecerte, a pesar del daño recibido, al perdón, a la reconciliación y a devolver bien por mal. Esos son los frutos que Dios ha sembrado en tu corazón y los frutos que, abandonado en sus Manos, irás dando y ofreciendo, no sólo a tus amigos, a tus familiares, a los de tus grupos, barrio y ambiente, sino también a los enemigos, a los que están distantes de ti en pensamiento y obras. Incluso a los que son diferentes y piensan diferentes.

Amar, que lleva consigo el perdón, es la respuesta perfecta, buena y la mejor para acercar al otro, y para tenderle un deseo de paz, justicia y verdad. Amar es el camino que Jesús eligió y la respuesta que el mundo necesita. Amar es la solución, por disparata que a algunos les parezca, la que zanja todos los problemas y cultiva el fruto de la paz. Frutos que todos deseamos, buscamos y queremos.

Pidamos con fe y con confianza ese fruto nacido del amor y el perdón. Abramos nuestros corazones a la siembra de la buena semilla y dejemos que el Sembrador la cultive y le dé la Gracia y fortaleza de vencer el rencor y la violencia para generar amor y perdón. Amén.

domingo, 17 de junio de 2018

REGANDO LA SEMILLA DE NUESTRO CORAZÓN

Resultado de imagen de Mc 4,26-34
La oración es el agua con la que regamos la semilla de nuestro corazón. Un agua que nos llueve del cielo cada vez que hablamos con nuestro Padre Dios. Un agua que brota del manantial de su Amor y que fertiliza nuestro corazón dando frutos de amor, porque son frutos que vienen de Dios.

Somos semejante a Él, porque así nos ha creado y nuestros frutos serán buenos frutos porque salen de un corazón semejante a Él y, sobre todo, por su Gracia y gratuidad. Nada obedece y sucede por nuestro trabajo, pues la semilla plantada en la tierra es un misterio. No sabemos qué sucede y como se origina una nueva vida vegetal que crece sin nosotros hacer nada y da hermosos frutos que no alcanzamos a explicar como se forman y originan en las ramas de esa insignificante semilla que, simplemente, hundimos bajo la tierra.

Realmente, es un misterio que no llegamos a comprender. Muchas veces me he preguntado cómo puede suceder eso. Planto una insignificante semilla y, sin darme cuenta, mientras yo duermo y me cruzo de brazo, la semilla crece, se desarrolla y alcanza una altura tan grande que las aves viene a anidar y protegerse de sus ramas. Igual ocurre en nuestra vida, todo sucede por obra y gracia de Dios y de forma gratuita. No merecemos nada ni tenemos ningún mérito. La vida y la salvación es un regalo inmenso y gratuito que Dios nos da. Su Amor es Infinito y tampoco llegamos a comprenderlo sino cuando estemos en su presencia.

Pidamos paciencia, sabiduría, perseverancia y docilidad para poner todo lo que está de nuestra parte para colaborar con Dios y sentirnos inmensamente agradecidos por todo lo que nos da y por esa Vida Eterna que nos promete. Gracias, Señor, porque todo nos viene de Ti y a Ti volverá. Amén.

sábado, 16 de junio de 2018

PALABRA Y VIDA

Resultado de imagen de Mt 5,33-37
En muchos momentos y circunstancias de nuestras vidas experimentamos que nuestras palabras hablan en verdad y justicia, pero nuestras obras no dicen lo mismo. La palabra promete, pero no ejecuta y queda vacía y sin contenido. Esa incoherencia nos sitúa en la mediocridad y empobrece nuestra vida, porque la llena de medias verdades y de injusticia. Contamina el ambiente y lo enturbia en lugar de purificarlo. El mundo necesita aire fresco y puro que lo oxigene y le dé renovada vida. Y eso es lo que hoy queremos pedirte, Señor, desde este humilde rincón de oración. 

Espíritu Santo, purificanos y oxigena nuestro corazón de ese aire lleno de verdad y de palabra que no sólo permanezca en nuestros labios, sino que trascienda a nuestras vidas y contagie ese ambiente de aire enrarecido que asfixia a este mundo y a los hombres que a él se agarran. Danos esa sabiduría y fortaleza para discernir el bien y la verdad desde el auxilio y la asistencia del Espíritu Santo y desde nuestra total disponibilidad a abrirnos a su acción.

Ilumina, Señor, nuestros pasos y motivanos para no perderte de vista en nuestro camino y tenerte siempre como norte y modelo de nuestra vida, y en el centro de nuestro corazón como principal y prioritario objetivo, seguir tus pasos y tu camino. Que Tú, Señor, estés presente en todos los acontecimientos de mi vida, incluso en aquellos que experimento respeto humano, miedo y hasta vergüenza.

Dame, Señor, la firmeza de voluntad de fe para, lleno de valor, ser coherente de palabra y vida para seguir tus pasos fielmente. Amén.

viernes, 15 de junio de 2018

UNA LUCHA NUEVA CADA DÍA

Resultado de imagen de Mt 5,27-32 visto por Fano
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


No hay tregua ni descanso. Ni siquiera pausa. El diablo no descansa y acecha el momento de tus debilidades para llevarte a su terreno. Tiene muchas ofertas que te seducen y cuenta con todo el tiempo de tu vida. No pierde la paciencia ni le vence el desánimo, está empeñado el conquistarte para que pierdas tu alma como él. Y moverá todos los resortes en los que tiene poder para vencer tu voluntad y someterte a sus placeres.

Tiene a favor una gran ventaja, tu debilidad y tu naturaleza humana herida. Sabe que es lo que te gusta y por lo que suspiras. Tiene mucha ventaja y poder para seducirte y el mundo está a su favor. La lujuría, la riqueza, el poder, la fama, la pereza, la comodidad, el saber, la ciencia... y muchas cosas más está en su mano y juega con ellas para doblegar tu sana y buena intención y hacerte pecar.

Cuenta con tu mirada, con tus manos, con tu cuerpo, con tus sentimientos, con tu sensibilidad, con tus pasiones, con tus gustos, con tus deseos de éxito, de fama, de poder, de ser más fuerte y más sabio que otros, de ganar el mundo...etc. Y los utiliza para seducirte. Si no te mueves quedas atrapado y te será muy difícil escapar. Pero, siempre hay posibilidades.

Dios no te abandona. Permanece a tu lado aunque tú no le sientas. Te acompaña el Espíritu de Dios y está en silencio esperando tu orden, tu consentimiento, tu deseo de pedirle ayuda. Simplemente cree en Él y, el milagro, se realizará. No tengas miedo. Él es más fuerte y tiene poder para atar al demonio y expulsarlo de ti, te lo ha dicho el domingo en el Evangelio - Mt 3, 20-35 -, así que no dudes y confia en Él.

Abandonados en sus Manos y confiando en su Palabra le pedimos al Espíritu Santo que nos dé la fortaleza necesaria cada día para, renovados en su Espíritu, ser fuertes, constantes, perseverantes, inteligentes, sabiós y resistentes a las acometidad y embestidas tentaciones del demonio. Amén.

jueves, 14 de junio de 2018

LA LETRA NO TRASCIENDE AL ESPÍRITU

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Se ha dicho muchas veces que lo importante es la intención y la que define la gravedad o levedad del acto. De modo que, cuando una perdona mata a alguien de forma involuntaria, puede ser absuelta de la gravedad del delito porque no tenía esa intención. Sí podría ser acusada de imprudencia temeraria. Concluimos que es la intención desde lo más profundo del corazón humano la que marca la gravedad del delito.

En estos supuestos casos no podemos aplicar la letra tal cual esta y define. No se puede condenar a alguien que nunca tuvo la intención de causar daño y por imprudencia o ignorancia llega a cometer un grave delito. Tendrá otro tipo de condena que le acuse de imprudencia temeraria. 

Pero, puestos este hipotético ejemplo que nos ayude a entender el espíritu de la ley, observamos que hay leyes que se prestan a la demagogia y a confundir. La libertad no consiste en hacer lo que entiendas, creas o, peor, que te convengas. La libertad es la capacidad que tiene una persona para hacer el bien y buscar lo mejor para establecer la justicia y la verdad. Todo lo que se aparte de ahí será lo que sea menos libertad.

No se puede usar la ley para, haciendo demagogia, insultar, faltar al respecto, llamar una cosa con un nombre que no le corresponde, saltarse el protocolo acostumbrado sin respetar a los demás y muchas cosas más que siendo pequeñas si son importantes y pueden matar el honor, el respeto y la convivencia de una persona, de un colectivo o de un país. No se puede defender la libertad para usarla como libertinaje, porque libertad es buscar la verdad y el bien.

En esta tesitura y experimentando nuestra propia limitación, levantamos la mirada Señor y te pedimos que nos ilumines para ser, precisamente lo que pedíamos ayer, sal y luz, para alumbrar a todos aquellos que conviven a nuestro lado, y para los gobernantes, que legislan las leyes que establecen la convivencia entre los pueblos y las naciones. Leyes, Señor, que busquen la verdad, la justicia y la paz. Amén.

miércoles, 13 de junio de 2018

LUZ DESDE EL ESPÍRITU SANTO

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Pretender dar orientación y buscar la verdad desde la oscuridad, es algo así como querer meter el mar en una piscina. Porque, nosotros, seres imperfectos, limitados y pecadores estamos sometidos a los vicios y apetencias que el mundo nos presenta. Somos en potencia esclavos de los pecados capitales que nos someten y nos esclavizan, y desde nuestra humanidad pecadora no podemos caminar en busca de la verdad.

Necesitamos otra clase de luz, una Luz que proceda de lo alto, de la propia Sabiduría Absoluta, una Luz que nos acompañe y nos vaya orientando hacia la Verdad. Esa Verdad con mayúscula que está encarnada en Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre. Necesitamos su Palabra y sus enseñanzas para que, injertados en el Espíritu Santo, caminar por caminos, valga la redundancia, que nos oriente y que nos vayan descubriendo la auténtica verdad, que está contenida en la Palabra de Dios.

Por eso, no caigamos en el grave error de emprender el camino desde nuestra iniciativa propia sin contar con la asistencia divina del Espíritu de Dios. Seamos humildes, pobres y receptivos a su acción y, abriéndonos a su acción dejemonos iluminar y asesorar por sus impulsos y palabras. Busquemos la libertad, nuestra libertad, en la Palabra del Señor, porque solamente la Verdad nos puede hacer libre y darnos capacidad para discernir y optar por el camino verdadero y la verdad verdadera.

Pidamos, pues, esa sabiduría, esa capacidad de discernir, esa inteligencia de saber elegir, ese consejo de optar por lo bueno y justo y de buscar a los hermanos que, compartiendo nuestra fe, nos ayuden desde el Espíritu Santo a caminar por el auténtico Camino, Verdad y Vida. Porque, sólo Él es la Verdad y la Salvación. Amén.

martes, 12 de junio de 2018

ES ABSURDO VIVIR DESORIENTADO

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Ocurre con mucha frecuencia, vivimos sin saber bien a donde vamos. Es fácil no darse cuenta, pues la misma inercia de la propia vida te lo impide ver. Vives preocupado o entretenido en tu propia subsistencia. Te levantas, aseo, desayuno, noticias, preocupaciones laborales, colegio de los niños, corre para aquí o para allá. Llega el medio día, recoger a los niños, almuerzo, siesta si se puede y...vuelta a lo mismo. Los días se van rápidos y si no te preocupas no te dejan ni pensar.

Pararte y pensar, ¿a dónde me dirijo? ¿Dónde va a terminar mi vida? A parte de los compromisos que has ido adquiriendo, familia, hijos, económicos...etc, que otros compromisos me planteo para darle sentido a mi vida. Porque, ¿una vida sin sentido a dónde me lleva? Son preguntas que duermen dentro de nuestro corazón y que, quizás, no las despertamos porque nos da miedo. Decidimos seguir dejándonos llevar por el viento que sopla el mundo y terminaremos mal. Porque, dejamos nuestra verdadera sal y luz en el camino y perdemos el gusto y la luz para ver el camino.

Necesitamos reorientar nuestra vida y ver con claridad -luz- donde vamos a terminar. Aquí, en este mundo, todo está sentenciado. Nuestra vida tiene unas etapas, un recorrido y un final. Y ese final estará lleno de alegrías o tristezas. Pero, con una gran diferencia, que si son tristezas, serán para siempre, es decir, eternas. Y si son alegrías, serán también para siempre. ¿Qué eliges?

Sería bueno saber bien el camino que tomamos y saber discernir que nos conviene más. Ese reorientarnos nos ayudará a encontrar el verdadero sabor y gusto a la vida, y a vislumbrar bien la luz que nos debe acompañar para verlo claramente. Pidamos al Espíritu Santo que nos despierte el verdadero sabor y gusto que guardamos en nuestros corazones y que nos encienda esa llama de amor y de luz que alumbre nuestro camino, y el de quienes nos acompañan, hacia la única y verdadera meta de nuestras vidas. Amén.