Señor Jesús, en tu resurrección, venciste a la muerte y abriste las puertas de la vida eterna, eternamente feliz, puertas que ha traspasado la Virgen María, nuestra madre, al ascender en cuerpo y alma a la Casa del Padre.
Unidos a Ti, unidos a la Virgen asunta al cielo, también nosotros esperamos alcanzar la felicidad más grande que el Padre ha preparado con cariño a todos sus hijos e hijas.
María, Tú eres la Virgen elevada, la Madre de la Esperanza. Ayúdanos a mantener y compartir la esperanza en un mundo mejor, la esperanza en la vida eterna. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.
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