Señor, dame la fe que razona y que en todo te ve. Esclarece los ojos de mi alma, dame vida de fe. Yo no entiendo el por qué de muchas cosas pero confío en ti.
Cuando tú permitas y dispongas, me convendrá así. Aún en las pruebas y aflicciones te quiero siempre amar.
Quiero, a tu voluntad vivir unido prescindiendo de mí, y en todos los instantes de mi vida verte tan solo a ti, y ciegos ya los ojos al sentido, que no entiende ni ve, elevar mis miradas hasta el cielo por la vida de fe. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.
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