Muchas cosas nos pueden distraer y apartar de Dios. Estamos entre lobos y los que viven y buscan el poder tratan de apartarnos del hecho religioso y de que nos fijémonos solamente en ellos. Sus influencias son poderosas y pueden afectarnos peligrosamente si no andamos con cuidado y fortalecidos en la comunidad. El mundo tiene muchas razones para seducirnos y someternos.
No nos apartemos de la mirada del Señor. Mantengamos siempre su cercanía con la frecuencia de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. Estemos siempre cerca para tocar al Señor, hablar con Él y limpiar nuestra alma de todas las impurezas que el mundo nos contaminas y de las malas intenciones que se cultivan en nuestros corazones.
Señor, queremos permanecer en Ti y perseverar en tu amor. Sabemos que el mundo es un peligro constante y cada día estamos tentados por muchas cosas. Nuestra naturaleza pecadora está sometida al pecado y, sólo en Ti y por Ti podemos superarlo. Tú, Señor, eres nuestra esperanza y en Ti nos abandonamos. Te pedimos que nos llenes de tu fortaleza para resistir todas estas embestidas que el mundo nos prepara y nos propone. Esa mala intencionada levadura farisaica es un peligro constante.
No permitas, Señor, que los poderosos nos puedan y nos influyan. Los medios, la prensa, la televisión y las redes son espacios de influencias que anulan nuestras intenciones y deponen nuestra voluntad. Danos la sabiduría y el poder de discernimiento para poder sostenernos firmes en la fe y en tu Palabra. Todo lo ponemos en tus Manos y en ellas descansamos todas nuestras esperanzas. Amén.
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