Aquí estoy, Señor. Hago silencio y me dispongo contigo a comenzar este nuevo día. Te entrego todo mi mundo interior para que sanes todo aquello que está herido. Te siento muy dentro, en lo escondido.
Señor, hoy quiero pedirte que aumentes mi fe para descubrir en mi vida cada una de las señales que me regala tu amor.
Señor, no quiero dejar de escucharte, pues no hay nada más eficaz que tu Palabra.
Señor, cómo deseo estar contigo porque sé que tú eres el lugar de encuentro con Dios. No dejes de escribir conmigo y con cada uno de mis hermanos una hermosa historia de amor. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.
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