Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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miércoles, 8 de abril de 2015

¿SUPONGO, SEÑOR, QUÉ A MÍ TAMBIÉN ME BUSCAS?



Por tu hijo Jesús, Padre del Cielo, sé que me quieres. Lo has enviado a una muerte de Cruz para salvarme. Y, Él, la ha aceptado libremente y voluntariamente. La primera pregunta que viene a mis labios es: ¿Tanto valgo para Ti, Padre mío? Porque a un Dios que entrega a su Hijo, hasta el extremo de morir en la Cruz, se le tiene que llamar Padre. 

Y al Hijo que acepta voluntariamente y libremente, no se le puede llamar sino Hermano. Pues, Él se ha abajado a nuestra altura, y se ha igualado, despojándose de su condición Divina, conmigo. Padre nuestro, gracias por hacerme hijo Tuyo y hermano de tu Hijo Amado.

Gracias, Señor, por buscarme, por no dejarme solo en el camino. Me conoces y sabes que soy presa fácil del desánimo y del abatimiento y me cuesta mucho reconocerte en mi oración. Ilumina mi mente y mi corazón para que sepa descubrirte y experimente esa cercanía que me llena de paz y amor. Gracias Señor.

Cristo resucitado, enciende el calor de mi fe y esperanza de tal manera, que en esta Pascua de resurrección, la vivencia de la caridad sea el distintivo de mi vida. Que sea capaz de dar pasos que me acerquen a ser reflejo de Ti, y de vivenciar en mi vida tu estilo de Vida. Que mi vida se apague para que tu Vida se ilumine en mi pobre vida y sea la Luz que dé testimonio de tu Palabra. 

Señor, alimenta mi vida con tu Cuerpo y Sangre, y dame la fuerza y la voluntad de renunciar a la vida de este mundo para, dándome y entregándome al servicio y caridad a los demás, encuentre el verdadero camino de alabarte y glorificarte. Amén.

martes, 27 de noviembre de 2012

QUEREMOS LA ETERNIDAD...

 Nuestra vida ha de ser testimonio de la vida eterna

porque es una aspiración que nace desde lo más profundo de nuestro corazón. ¿Quién no se ha preguntado sobre su eternidad? ¿Quién no desea y aspira a ser eterno? No hay discusión, todos deseamos ser eterno, pero en el peor de los casos nos resignamos erróneamente.

Porque hay una oferta de eternidad a pesar de vivir en un mundo caduco y enfermo. Enfermo por su propia codicia y soberbia, pero que tiene dentro de sí la formula de sanar y vivir para siempre. Es la maravilla del amor, el amor que todo lo puede, hasta conseguir ser eterno.

Esta es la promesa que nos hace Jesús: "La vida eterna y gozosa para todos aquellos que creen en Él y comen su Cuerpo y beben su sangre". Y lo más sensato es buscarlo, conocerlo y experimentarlo. Así hicieron los apóstoles y ya sabemos lo que sucedió después.

Danos, Señor, la sensatez de buscarte y de pedirte eso que todos deseamos y aspiramos: "La vida eterna gozosa y plena de felicidad", y de conocerte mejor hasta el punto de saber que aquí, en este mundo, no encontramos lo que queremos y todo es caduco y finito. Es en Ti donde hallaremos la fuente de la eternidad y la felicidad. Amén.