HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS
Ocurre con mucha frecuencia que rechazamos lo que no conocemos. Damos por descontado que no nos interesa, o que no es verdad, o los motivos que quieras, para justificar nuestro rechazo. Es así de absurdo y necio, pues lo que no se conoce no se puede querer, pero tampoco rechazar. El sentido común nos aconseja a conocerlo y saber, al menos, de qué va la cosa.
De ahí que no se puede dar un juicio de Jesús sin saber quien es Jesús. Sin saber de qué nos habla Jesús, y sin saber qué ha hecho Jesús. Es posible que muchas cosas no lleguemos del todo a comprenderlas, pero la realidad de la vida nos ayudarán a aceptarla. Porque lo que sí está claro es que dentro de cada uno de nosotros hay un deseo irrefrenable de eternidad. Está en nuestro corazón sembrada la semilla de la Vida Eterna.
Y, su Palabra, es Palabra de Verdad. Todo lo que dice se cumple. Y todo lo que hace es para el bien del hombre. Su Obra refleja bien su Poder y su Amor. Los ciegos ven; los cojos andan; los mudos hablan; los leprosos son curados y los muertos resucitan. Ahí está la realidad de su Obra. ¿Qué ocurre entonces? Simplemente que el hombre orgulloso y suficiente, que se siente seguro de sí mismo, se rebela contra Dios y quiere dirigir su propia vida. Y los resultados son los que vemos a nuestro alrededor.
El hombre no tiene otra esperanza. De nada le vale ganar el mundo y tener todo el éxito del mundo, que al final su destino no cambia. Le espera la muerte, y una muerte sin la presencia de Dios, es una muerte de perdición eterna.
Pidamos al Señor esa luz que nos ilumine y nos mueva para ver, ver como el ciego Bartimeo y el ciego del Evangelio de miércoles. Ver que nuestra esperanza descansa en el Señor. Ver que sólo en Él encontramos esa respuesta a la pregunta que llevamos dentro de nuestro corazón: "Alcanzar la Vida Eterna". Amén.