Por la mañana
cuando comencé a despertarme
apareció de nuevo
ese sentimiento
de que Tú, Amado
me has estado mirando toda la noche
manteniendo la vigilancia,
ese sentimiento
de que, tan pronto como ocmencé a despertar
besaste con tus labios mi frente
y encendiste una lámpara sagrada
en mi corazón.