Lucas 18:1-8 | Aprender a predicar
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y mis despiste, quiero, Señor, seguir insistiendo. Quizás esas limitaciones y vicios de mi pobre humanidad pecadora me ayuden a verme como aquel publicano humilde y avergonzado por sus pecados. Soy yo también, Señor, un pobre pecador que no me atrevo a mirarte.
Sólo, con atrevida insistencia sigo implorando tu perdón y misericordia. Te doy las gracias por respetar mis palabras y por tu infinita paciencia con mis inoportunas súplicas. Sólo con esa actitud mi boca se llena de gratitud y mi lengua deja escapar ingente burbujas plenas de gracia y dicha.
Las Palabras de tu Hijo Jesús encienden mi corazón y vigorizan mi entendimiento. Mueven mi lengua y abren mi boca para exclamar sin parar mis humildes e insensatas súplicas implorando tu Gracia y Perdón.
¡Gracias, Dios mío, por tus consejos y enseñanzas!, y, en el Espíritu Santo, guía mi voluntad para que nunca desfallezca y siempre esté presta a insistir con la confianza de ser atendido. Amén.
1 comentario:
¡Que sepa hacer la voluntad Divina!
Gracias Salvador!!
DTB!!
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