Es el Espíritu Santo quien elige al Pedro sucitándole ese impulso al decir: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Pedro no podía hablar por sí mismo. Sus palabras son empujadas por el Espíritu Santo que le designan para ser el elegido. No era el mejor, quizás, Pedro, pero es el elegido. Los criterios de Dios no los entendemos.
Cristo te llama, Pedro, y tú le sigues;
dejas tu barca, pescador de hombres;
roca y cimiento de la santa Iglesia
Cristo te hace.
Él te pregunta: "¿Me amas más que éstos?";
tú le respondes: "Sabes que te quiero."
Él te encomienda todo su rebaño;
tú lo apacientas.
Tienes las llaves, atas y desatas;
fiel al Maestro, amas más que niegas;
llegas a Roma, con tu magisterio;
mueres por Cristo.
Desde tu cielo, mira a nuestra tierra,
guía los pasos de tus sucesores
que en el primado del amor, sirviendo,
rigen la Iglesia.
Gloria a Dios Padre, creador del mundo,
gloria a Dios Hijo, redentor de todos,
gloria al Espíritu, que nos santifica:
Dios Uno y Trino. Amén.
dejas tu barca, pescador de hombres;
roca y cimiento de la santa Iglesia
Cristo te hace.
Él te pregunta: "¿Me amas más que éstos?";
tú le respondes: "Sabes que te quiero."
Él te encomienda todo su rebaño;
tú lo apacientas.
Tienes las llaves, atas y desatas;
fiel al Maestro, amas más que niegas;
llegas a Roma, con tu magisterio;
mueres por Cristo.
Desde tu cielo, mira a nuestra tierra,
guía los pasos de tus sucesores
que en el primado del amor, sirviendo,
rigen la Iglesia.
Gloria a Dios Padre, creador del mundo,
gloria a Dios Hijo, redentor de todos,
gloria al Espíritu, que nos santifica:
Dios Uno y Trino. Amén.
La Cátedra de San Pedro Apóstol, fiesta
Común de apóstoles
Himno de la oración de Laudes
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