HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.
No intentes arreglarlo ni ver todo claro. La fe es una prueba de confianza y de creer en el Señor. Si fuera clara y diáfana no sería fe ni tendrías necesidad de confiar ni de ningún riesgo. La fe exige fiarte y confiar y dejarte llevar aunque veas más oscuridad y luz. La fe tiene su plenitud cuando te encuentre frente al Señor. Entonces ya no te hará falta la fe, pero mientras camine por este mundo siempre tendrás dudas.
Posiblemente, será una de las cruces con las que tendremos que lidiar. La tentación de la duda está siempre dentro de nosotros, y las seducciones del mundo tensan más esa tentación. Claro, nos gusta el placer, las comilonas, el dinero, el poder, la fama, la carne...etc. ¿A quién no le gusta? Nuestra naturaleza es de carne y es débil y muy vencible con las ofertas de este mundo, pero, ¿te hacen feliz?
Posiblemente siempre tengas ganas de probar y en muchos momentos, como espejismos fantásticos, nos deslumbren las luces que el mundo nos ofrece, pero, repito, al final la realidad de la vida, el sufrimiento, nuestras propias limitaciones y el pecado hacen su presencia y te dejan vacío e insatisfecho. La vida se te escapa y cuando experimentas que la has utilizado para tu propio egoísmo y satisfacción no te quedas bien ni contento.
Sólo la conciencia de haber amado y deseado para otros lo que quieres para ti te deja, a pesar de tus dolores y sufrimiento, contento y en paz interiormente. Tu corazón se queda sereno, tranquilo y hasta sonriente. ¿No lo has experimentado? Sí, la felicidad que todos buscamos está en el amor. Un amor comprometido con la verdad, la justicia y la paz. No se trata de un amor placentero, egoísta, afectivo, pasional, cariñoso...etc. Se trata de un compromiso que se refleja en la vivencia y el trato de la verdad, la justicia y la paz.
Eso no descarta los sentimientos, pero amar no es cosa sola de sentimientos sino de compromiso tal y como nos ama el Señor. Porque, motivos tendría para habernos abandonado ya. Por eso, Señor, a pesar de nuestras dudas y pecados, queremos seguir tus pasos y ponernos en tu Manos abandonados a la acción del Espíritu Santo, y suplicarte que aumentes nuestra fe. Amén.
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