Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 23 de enero de 2019

¿DÓNDE ESTÁN MIS PARÁLISIS?


Resultado de imagen de Mc 3, 1-6
Es posible que no hayamos descubierto nuestras parálisis. Quizás están muy ocultas dentro de nosotros y pasan desapercibidas. Aparentemente estamos saludables y nuestras piernas se mueven rápidas al ritmo que nuestros músculos tiran de ellas. Incluso, hacemos deporte y nuestra elasticidad corporal responde muy bien. No hay síntomas de parálisis. Y si eso es lo que parece y vemos no tenemos necesidad de recurrir al médico.

Sin embargo, tenemos dificultad para escuchar a alguna persona amiga que necesita ser escuchada. Tenemos dificultad para compartir con quien lo necesita y grandes problemas con nuestra solidaridad y generosidad con los demás. Sobre todo con los que sufre. Igual no nos hemos dado cuenta, pero pensamos solo en nosotros y, lo más, nos apenamos o compadecemos de los sufrimientos que padecen otros o que las noticias nos descubren.

Pero, lo hacemos desde otro ángulo, como mero espectadores y sin tomar parte activa en ello. Ni siquiera con nuestra preocupación y oración. Cosa que ni siquiera creemos en ella o no le damos mayor importancia. Las parálisis no están en la inmovilidad de nuestros músculos, al menos las importantes, sino en nuestro corazón. Quizás esté apagado, empapado de esa agua insípida, estancada y casi muerta. Necesita ser transformada, purificada y convertida en ese vino nuevo que trae vida nueva, generosa, compartida, alegre, y renovada.

Hay algunos santos que, estando inmovilizados, se han movido mucho. Ha corrido con su generoso corazón y han alcanzado la cima hasta encontrarse y llegar a Dios. Sí, después de este recorrido he descubierto que yo también tengo muchas parálisis que necesito curar, y tiendo mi mano, Señor, me atrevo a ponerla delante de Ti. Quizás, sin tu permiso, pero confiado en que Tú la advertirás y la sanarás.  Y es eso lo que te pido, Señor, cura mis parálisis que me impiden llegar y encontrarme contigo. Amén.

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