Soy un pecador y necesito al Médico que me pueda limpiar mis pecados. Es ya un gran paso descubrir mis pecados, porque, uno de los grandes peligros es no percibirlo y alejarte del sacramento de la Penitencia porque te cuesta ver tus pecados. Por lo tanto, desde esa perspectiva conviene y es bueno descubrir tus egoísmos, tus vicios, tus defectos, tus ambiciones y debilidades. Porque, descubriéndolas buscarás quien te pueda perdonar.Y sólo hay uno, nuestro Señor Jesús, y yo quiero que me vengas a mi humilde casa, tal y como hiciste con Leví, y me limpies de mis pecados. Reconozco que estoy enfermo y quiero curarme.
Te doy gracias por tu ofrecimiento, tu entrega y tu amor generoso por el que me llamas para curarme, pues sin Ti, ¿a dónde puedo acudir? Sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna y poder para limpiar y perdonar todos mis pecados. En Ti descanso y recobro fuerza y esperanza para empezar de nuevo el camino. Hoy, alguien me preguntó, ¿qué es la vida? Y mi respuesta fue "caminar".
No sé cómo me vino a mis labios, pero pensé que quizás el Espíritu me había soplado la respuesta. Pues, segundos después me volvieron a preguntar, ¿y a dónde? Y volví a responder algo sorprendido: "a un objetivo concreto", pues, de no saber a dónde se va estaríamos perdidos y sin rumbo. Y volvieron a preguntarme, ¿y todos vamos por el mismo camino? A lo que respondí: "claro, porque todos buscamos lo mismo".
Luego, sorprendido por mis rápidas respuestas pensé interiormente. Todos queremos ser felices y todos buscamos la felicidad. Por tanto, el camino es el mismo para todo, y sólo hay uno, Tú Señor, que nos limpias de todas nuestras impurezas y pecados. Tú eres el único Camino, Verdad y Vida, y es ese el camino que quiero recorrer. Y también pienso que les gustaría recorrer a todos los hombres. Por eso, desde este humilde blog lo comparto con todos aquellos que, humildemente, quieran leerlo y reflexionarlo. Te lo pido, Señor. Amén.
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