Resulta complicado que las palabras vayan coherentemente casadas con la vida de cada persona. Ocurre que muchas veces las palabras lo contrario a los sentimientos que se desean en tu corazón. Sostener tu corazón en coherencia con tu palabra no es cosa nada fácil. Y consciente de ello, Señor, te pido fortaleza y sabiduría para sincronizarlas y que vayan coordinadas y al mismo ritmo y sintonía, de modo que lo que expresen y digan unas lo sienta y lo desee el otro. Porque, la coherencia se apoya en la correspondencia entre la palabra y la vida, pues de no ser así tu testimonio será negativo y dará mal ejemplo.
Por eso, Señor, estos momentos de oración son para rogarte que des sabiduría y fortaleza necesaria a mi vida para que permanezca coherentemente en la verdad y se corresponda con mis palabras. Despierta en mí la inquietud y la motivación por vivir mi vida en la más estricta coherencia y dame la voluntad para poner de mi parte todo lo necesario.
Enciende en mí, Señor, la llama de mi corazón para que mi lengua sea fiel a mis palabras y no critique otras actitudes ni las obras de otras personas. Hazme ver que no soy nadie para mirar a otros y menos emitir juicios. Sólo Tú, Señor, eres nuestro Juez. Inunda mi corazón, Señor, de verdadera humildad y misericordia para , en lugar de disparar mi lengua comprender y ponerme, misericordiosamente, en el lugar del otro. Amén.
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