Ante tu Palabra, Señor, respondo como Pedro, ¿a dónde podemos ir, Señor? Sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna - Jn 6, 68. - El mundo nos seduce, pero no me da ni la felicidad que busco ni tampoco la paz. Y todo lo que en él se mantiene es caduco. Sólo Tú, Señor llenas mi vida de plenitud gozosa y de felicidad eterna. Y sólo en Ti descansa mi esperanza de vida eterna.
Por eso, hoy, Señor, repito e insisto mi petición de auxilio y de fortaleza para superar todas estas tentaciones con las que el mundo, demonio y carne nos tientan y tratan de apartarnos de tu presencia y de tu Infinito Amor. Danos, Señor, la sabiduría de perseverar y, a pesar de los peligros y tentaciones, soportar con entereza las pruebas que nos dan las oportunidades de descubrirnos y sostenernos en la fe en Ti, Señor.
Por eso, Dios mío, confiado en la Palabra de tu Hijo, nuestro Señor, ponemos en Ti toda nuestra confianza y esperanza abandonándonos en ella y esperanzados en su cumplimiento. Porque, tu Palabra, Señor, es garantía de Infinito Amor Misericordioso. Amén.
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