Señor Jesús, tú eres el que realmente nos hace ver lo que importa en este mundo tan complejo que vivimos. Tus parábolas nos muestran tu sabiduría. Tus parábolas nos muestran tu conocimiento del corazón humano. Tus parábolas nos muestran tu camino. Señor Jesús, el que es exigente porque desea lo mejor para nosotros. Tus preguntas nos abren el corazón. Tus preguntas nos reclaman autenticidad. Tus preguntas nos sitúan ante ti. Señor Jesús, tú eres el que deseas que llevemos una vida digna como hijos de Dios.
Señor Jesús, tantas y tantas veces me comparo con otros y constato mis carencias y límites: soy envidioso. Señor Jesús, tantas y tantas veces tengo resentimiento frente a determinadas personas porque los considero mejores que yo: vivo la amargura. Señor Jesús, tantas y tantas veces me siento inferior a los demás según los criterios del mundo: muestro hostilidad. Señor Jesús, maestro de humanidad sea cual sea nuestra situación o nuestra biografía. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario