Jesús nos ofrece hoy, no sólo el mandamiento, sino que nos da también ejemplo. Un ejemplo que lo lleva dando durante todo su paso por este mundo. Sus Palabras y Obras así lo atestiguan y dejan huella. Pero, hoy, llegada su hora, quiere dejarnos más claramente nuestra condición humilde de servicio por amor. Se inclina y se humilla para ponerse al servicio del hombre con esa expresión del lavatorio de los pies.
Lavatorio al que se opone en principio el impetuoso y pronto Pedro. Se niega a que Jesús, el Señor, se rebaje a esa acción. ¿Cómo puede ser eso, si me corresponde a mí, Señor, lavarte tus pies? Pero, la respuesta de Jesús es categórica: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo». Es imprescindible dejarnos lavar por Jesús.
Y es imprescindible, porque no estamos limpios; es imprescindible, porque el hombre no sabe amar. El amor es un don de Dios y necesitamos dejarnos llevar por su Mano para aprender y poder amar. No tenemos capacidad para amar como ama y nos ama Dios. Nuestro amor es mundano, egoísta y busca recompensa y compensación. No es que no sepamos solo, sino que no podemos. Necesitamos la Gracia de Dios para amar hasta el punto de darnos y morir para bien de los demás.
Y eso, Señor, en el día del amor te imploramos que nos lo conceda. Danos, Señor, esa sabiduría, esa capacidad y fortaleza para amar. No un amor, como acostumbramos los hombres a vivir y dar, sino un amor de renuncia, desinteresado, gratuito y hasta el extremo.
Sí, Señor, nos sabemos limitados, pobres y pequeños para poder amar así, pero también sabemos que si Tú nos lo has mandado a vivir es porque, contigo, podemos lograrlo. Y, como Tú mismo nos has dicho, insistimos y te rogamos hasta que la voz se nos apague, suplicándote que nos transforme nuestro débil, humano, endurecido y de piedra corazón, en un corazón suave, generoso, limpio, entregado, servicial y dispuesto a morir por el bien de los demás. Amén.
2 comentarios:
Muchas, gracias, por sus palabras, es una gran verdad que el ambiente puede ayudarnos, siempre y cuando se vive en ese tipo de ambiente o comunidades,que sabe escucharnos y se puede expresar lo que se va descubriendo en el Señor, pero no todo tenemos ese ambiento o grupo que te ayude, bueno no entiendo mucho de comunidad virtual, pero aquí he encontrado un sitio donde expresar lo que siento de ese Dios que me sorprende y muchas veces me confunde, no se lo que digo, y ni se lo que me pasa, pero si esto es orar , creo que estoy aprendiendo, gracias, por su delicadeza, buscare momento de ir al sagrario y estar allí, y celebra la eucaristía, sin miedo al que dirán, y tratare de orar continuamente aunque no me he fácil pero lo intentare, gracias, dejare que ÉL me lave, aunque tampoco es fácil, porque estoy muy llena de mi, gracias , Señor, Salvador. que Pase unos días muy santo.
Claro, camino, eso es orar. Simplemente hablar con Dios. Perseverar es estar a su lado, y lo estamos cuando tratamos de vivir en su Voluntad. Y, ¿cuál es? La de amarnos, que se refleja en tratarnos con respeto, con justicia y misericordia. Las obras de misericordia. Cuando nos esforzamos en eso, estamos abrazando al Señor, y esos abrazos son los que Él acepta, acoge y recibe con gusto y misericordia. Él nunca nos fallará y nos irá llenando de su Gracia. Esa es nuestra confianza y nuestra fe.
Feliz Pascua de Resurrección.
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