Estoy necesitado de humildad, una humildad que me llene de esa mansedumbre, que inunda mi alma de descanso y paz. De una humildad de saberme pequeño, pobre y pecador. De una humildad que me saca de vivir en la oscuridad abriéndome a tu Luz y Verdad. De esa humildad de verme poca cosa, sencillo e inútil, y que sólo tu Gracia, Señor, hace maravillas en mí según tu Voluntad.
No es fácil conseguirlo, porque mi vanidad y soberbia pesan como una losa en mí. Necesito tu Gracia, Señor. Hay mucha gente sencilla, aparentemente sin importancia ninguna, pero que son ejemplos vivos de tu Gracia, Señor. Ilumina mi vida y dame esa sabiduría de los pobres y sencillos para llegar a Ti. Porque, Tú te resistes a los soberbios y te das a los humildes.
Porque la sabiduría no se encuentra en este mundo, ni tampoco en los sabios y hombres que a él pertenecen. Sólo está en Ti, y a los que Tú quieras dársela. Gracias, Señor, por tan grade regalo, y abre mi corazón humildemente para que, entregado a Ti, pueda ser ejemplo de servicio y amor a los demás.
Aquí estoy Señor, dispuesto a ser receptivo con tu Gracia y tu Voluntad. Dispón, Señor, mi alma y llévala y dirígela según tu Voluntad. Anula mi libertad y sométela a tu Voluntad, para que viva según tu Palabra y de acuerdo con tu Amor. De cualquier forma, te ruego me des la paciencia de saber esperar y aceptar mis debilidades y fracasos, para estar disponible cuando Tú dispongas.
Dame, Señor, la fortaleza necesaria para continuar en el camino, aunque vaya tropezando más de la cuenta, y mis pasos se debiliten y desfallezcan. Y, siempre, sepa recurrir a Ti para hallar el descanso y la paz. Amén.
1 comentario:
Sólo tu Gracia, Señor, hace maravillas en mí según tu Voluntad. Gracias.
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