En la hora de nuestro bautismo quedamos revestidos del don de sacerdote, profeta y rey. Y ese don de la profecía, en el que queremos pararnos hoy, nos asiste y fortalece para denunciar todo aquello que percibimos como injusticia y, por supuesto, mentira y contrario a la verdad.
Y, no solo nos asiste, sino que, por el bautismo, nos compromete a, por la Gracia de Dios, denunciar todo aquello que, tras una seria reflexión y sereno discernimiento concluyamos en que es malo, engañoso y contrario a la verdad.
Pidamos al Espíritu Santo que nos llene de sabiduría y fortaleza para ser luz y voz de denuncia de todo aquello que es injusto y contrario a la verdad y que, sobre todo, vaya en dirección contraria a la Palabra de Dios. Pidamos la valentía de desenterrar ese don de profecía que nos ha sido dado para, desde nuestros ambientes y lugares donde hayamos sido puestos, sacarlo a la luz y denunciar la hipocresía y la mentira con la que tratan de engañar al pueblo. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario