La Buena Noticia nos dice que Dios es Amor. Precisamente, por ese Amor, Dios nos ofrece la salvación, que consiste en Vida Eterna llena de gozo y plenitud a su lado. Para ello, Dios nos lo demuestra enviado a su Hijo y pagando, con su Pasión y Muerte, el rescate por todos aquellos que creen en Él.
De ahí la importancia de la fe. No se trata de una opción, sino de una decisión en la que nos jugamos la vida. No una vida temporal, sino una Vida Eterna. Es decir, para "Siempre". Y eso es lo que aprovechamos ahora pidiéndoselo al Señor y apoyándonos en su propuesta y promesa - Mt 7, 7-8 -.
Sí, Señor, te pedimos la fe y que nos la vayas aumentando cada día, hasta el punto de que seas Tú quien vivas en mí y yo en Ti. Y tu sentir, Señor, sea también mi sentir. Y tu Amor sea mi amor. Y que no pueda vivir sin darme, renunciando a mí mismo, tal y como lo haces Tú. Porque, sé, Señor, que yo no puedo, pero contigo y en Ti lo puedo todo, pues para Ti nada es imposible.
Con esa esperanza termino esta humilde reflexión. Pero antes, te pido, Señor, frutos de fe y esperanzas para todos los que nos disponemos en unas horas celebrar y participar en una convivencia que empieza sobre las 20 horas y terminará el domingo a medio día. Señor, que tu Palabra entre en nuestros corazones y nos inunde de paz y fe, para, llenos de Ti, te llevemos con nuestro humilde vivir y obrar, a todos los que se cruzan en nuestras vidas.
También pedimos oraciones a todos los que nos visitan, para que el Espíritu Santo derrame su Gracia, no sólo en nosotros, sino en todos aquellos que se abren a su acción. Amén.
1 comentario:
Gracias.
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