A lo largo de mi travesía encuentro muchos obstáculos. Sin preverlo la vida me los va presentando y, de la misma forma tengo que intentar superarlos. Obstáculos que impiden que siga mi camino hacia Ti, Señor. En muchas circunstancias me será muy difícil seguirte por la imposibilidad de superarlos, pero, será determinante hacerlo apoyado en tu Fuerza.
De no ser así y querer o pretender hacerlo sólo, me será imposible. Por eso, Señor, postrado ante Ti, te ruego que me asistas con tu Fuerza para, en y por Ti, vencer todas las pruebas que saldrán al paso de mi camino. Supongo, y mi experiencia en el caminar de cada día lo constato, habrán pruebas duras que no llegaré a entender.
También habrá personas cercanas y no tan cercanas que piensen de manera diferente y que, incluso, amenacen o sean obstáculos para seguir mi camino hacia Ti, y hagan mi cruz cada día más grande y pesada. Y experimentaré deseos de abandonar y de parar mi camino aceptando el que me ofrece el mundo. Por todo ello, te ruego, Señor, que prendas mi corazón del mismo fuego que el Tuyo, para que arda en deseos de seguir hasta el final de mi propia cruz, que quiero compartirla Contigo.
También habrá personas cercanas y no tan cercanas que piensen de manera diferente y que, incluso, amenacen o sean obstáculos para seguir mi camino hacia Ti, y hagan mi cruz cada día más grande y pesada. Y experimentaré deseos de abandonar y de parar mi camino aceptando el que me ofrece el mundo. Por todo ello, te ruego, Señor, que prendas mi corazón del mismo fuego que el Tuyo, para que arda en deseos de seguir hasta el final de mi propia cruz, que quiero compartirla Contigo.
Te doy gracias de antemano, Señor, porque estoy seguro de tu respuesta y de tu auxilio y asistencia de cada día, en, con y por tu Espíritu. Sobre todo, en esos cruciales momentos de mi vida, donde agarrado a Ti podré superarlos. Gracia, Señor. Amén.
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