Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 14 de abril de 2015

LA ORACIÓN NO ES FÁCIL



Quizás nos parezca fácil orar, o al menos no tan comprometida. Claro, cuando oramos, y lo hacemos personalmente, todo lo que decimos lo podemos incumplir o, al menos, nos nos parece tan comprometedor. No han nadie mirándonos y nos parecerá que nadie nos puede acusar o desvelar. Quizás perdemos de vista que Dios nos ve en todas partes.

Cuando nuestra oración empieza a ser comprometida y tomamos conciencia que hablamos con Alguien que nos oye y vive. Está delante de nosotros aunque no lo percibamos ni oigamos ni le veamos con nuestros ojos. La fe nos lo dice, y nosotros, al menos yo, me esfuerzo en creerlo. Desde esas circunstancias la oración se me antoja muy difícil, porque cada palabra pronunciada exige cumplimiento. Supongo que lo que oyó Nicodemo le dejó perplejo, porque no era solo no entender ese nacer de nuevo, sino, una vez entendido, ¿cómo transformar mi corazón?

La cuestión es más seria de lo que pensamos, y también mucho más difícil. Necesitamos, no solo aprender, sino tener mucho valor y fuerzas para dejarnos transformar. Claro, aquí  tiene mucho que ver el Espíritu Santo. La labor es de Él, pero necesita nuestra libertad. Y ese es nuestro papel, dejarnos empapar y mojar completamente, no sólo un parte, de toda el agua que el Espíritu derrame sobre nosotros. Y una agua difícil de ver, porque como el viento, sopla sin darnos cuenta ni saber de dónde viene.

Por lo verdaderamente importante es confiar. Confiar y tener fe que con Él seremos de verdad transformados. El Señor nos lo ha dicho y nos lo ha enviado para que sea el Espíritu quien nos dé las fuerzas, la sabiduría y la capacidad de transformarnos en verdadero discípulos de Jesús y hacer maravillas como Él. Y empezamos con nuestro Bautismo.

Demos gracias a Dios que nos hace verdadero hermanos de su Hijo, y coherederos con Él, de su Gloria. Pidamos luz, sabiduría y paz para no defraudarle y vivir en su Palabra. Amén.


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