dónde la vida es difícil,
donde domina la duda,
donde reina la oscuridad,
donde faltas Tú.
El desierto es un paso para quien te ha elegido,
un paso para quien te ama,
un paso necesario en la vida,
un paso que pone a prueba,
Dios, tú me envías la prueba,
pero también la fuerza para superarla;
Tú me das el desierto,
pero también la fuerza para seguir.
Tengo miedo del desierto, Señor,
tengo miedo de fallar,
tengo miedo de traicionarte.
Es fácil sentirse en la alegría,
es sencillo descubrirte en la naturaleza,
pero es difícil amarte en el desierto.
Dios, en la noche del dolor,
en la oscuridad de la duda,
en el desierto de la vida,
no me hagas dudar de Ti.
No te pido que me liberes del desierto,
sino que me ayudes a caminar contigo
no te ruego que me evites el desierto
sino que me hagas caminar hacia Ti.
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