Hay momentos en mi vida en que me siento desorientado y que no sé qué camino tomar o elegir. Se me hace de noche y la oscuridad impide que sepa dónde ir y por donde caminar. ¿Qué hacer en esos momentos de difícil solución, Señor? Porque, solo a Ti, mi Dios y Padre mío puedo preguntar. Y es que solo tu Hijo Jesús, a quien Tú has enviado a este mundo, sabe, conoce y es el Camino, la Verdad y la Vida.
Por todo ello, Señor, aprovecho este momento de oración para pedirte que alumbres mi camino y que vea, si no directamente, sí firmemente y decidido a seguir tras tus pasos superando dificultades y dudas. Soy consciente de los obstáculos que el mundo, demonio y carne me ponen delante y con los que tendré que luchar cada día, porque tratarán de tentarme y alejarme desviándome de tu camino.
Sin embargo, Señor, yo confío en Ti y, esperanzado en tu Amor misericordioso, sigo adelante a pesar de las oscuridades y nieblas que se presentan en mi camino. Amén.
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