Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 26 de octubre de 2020

SIN REACCIÓN ANTE LA VERDAD

 

Sucede que la gente ante la evidencia y la verdad no reaccionan. Y digo esto porque imagino que si fuéramos capaces de presenciar uno de esos milagros por mediación de alguien que está en presencia del Espíritu de Dios, nos impresionaría, es posible, pero nuestra vida seguiría igual y no tendría ningún cambio de dirección. Es más, seguiríamos dando mayor importancia y prioridad a nuestras leyes que a la intervención de Dios por mediación de esa persona.

Es lo que sucedió con Jesús, el Hijo de Dios, que actuó y realizó un gran prodigio - curación de aquella mujer encorvada durante dieciocho años - y aquel jefe de la sinagoga siguió erre que erre con la ley del sábado que impedía trabajar. ¿Puede ocurrirnos eso también a nosotros? Supongo que sí, y de eso no nos libramos nadie, desde el Papa hasta el último cristiano. Tenemos que estar muy atentos a estos acontecimientos, pero, no por el hecho de hacer presente el poder y amor de nuestro Padre Dios, sino porque lo que prima es el amor de Dios manifestado y realizado en los hombres.

Porque, a Dios no lo vemos ni le podemos beneficiar con nada. Pero, sí, a Dios le decimos que le queremos, que estamos con Él y que cumplimos sus mandatos y Voluntad cuando amamos a los hombres, incluso nuestros enemigos, que tenemos con nosotros. Y, sobre todo, cuando sabemos que las leyes están al servicio del hombre y para bien y beneficio del hombre. Nunca para someterlos y esclavizarlos.

Pidamos que tengamos siempre esa idea presente en nuestro corazón. La ley para servir al bien del hombre, porque, si amamos a Dios amando a los hombres, servimos a Dios cuando servimos a los hombres y nunca cuando servimos a la ley. Amén.

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