Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 29 de marzo de 2021

LA MUERTE, LA PUERTA DEL CIELO

 

Todos lo sabemos, la único cierto de este mundo es la muerte. Conocemos por nuestros padres el día que nacemos, y tampoco sabemos el día que dejamos este mundo. En algunos casos podemos intuir y darnos cuenta la hora de nuestra muerte, pero, siempre será un interrogante incierto y desconocido. Sin embargo, es la hora más importante, más grandiosa y gloriosa de nuestra vida. Porque, de ella dependerá toda esa felicidad que tanto hemos buscado en nuestro tiempo de vida en este mundo.

Todo dependerá de morir abrazado a las cosas temporales de este mundo, o, morir abrazado a la Cruz de Cristo. Todo dependerá de morir siguiendo los criterios de este mundo, o, morir compartiendo la cruz de mi vida con y en la Cruz de Cristo Jesús. Porque, morir en Cristo es Resucitar. Él ha vencido con su muerte de Cruz al mundo y con su Muerte nos ha salvado también a todos los que abrazamos nuestras muertes injertadas en Él.

Por tanto, a pesar de que estamos amenazados de muerte que, tarde o temprano, tendrá que llegar, no debemos temerla porque, Cristo, el Señor, la ha vencido. Y, muy importante, tampoco debe importarnos nuestras debilidades, miedos y flaquezas, porque, precisamente, así ha querido morir nuestro Señor Jesús, débil, pobre, abandonado y humilde, para demostrarnos y hacernos ver que solo el Amor es el que triunfa, salva y resucita.

Pidamos al Señor que nos dé la fortaleza de saber superar el miedo a reconocernos amenazados de muerte, como sucedió con Lázaro, el amigo de Jesús, y de vivir en la esperanza gozosa de saber que, en y como Él, también resucitaremos. Amén.

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