No es fácil decir que sí a Jesús. Es evidente que su Palabra cautiva, produce admiración y seduce, pero la turba te mira y vigila amenazante. El entorno a mi derredor, Señor, me influye y me arrastra a resistirme a tu Palabra. Sin embargo, yo, Señor, quiero mantenerme firme y fiel a tu Palabra.
Y, aprovecho este rincón de oración, Señor, para pedirte fortaleza, sabiduría y voluntad a fin de sostenerme firme, fiel e inmóvil en tu presencia y seguimiento. Sé que hay muchas amenazas, pero, a tu lado y contigo en mi corazón puedo vencerlas.
Por eso, Señor, convencido de tu presencia y de tu amor misericordioso vengo a suplicarte que infundas en mi corazón la fuerza necesaria para resistirme a todas las tentaciones y amenazas que tratan de enfrentarme a Ti. Amén.
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