No queremos que por nuestra culpa otros se alejen de ti. Ocurre que algunos se alejan porque piensan que Tú les defraudas, pero en el fondo lo que buscan es hacer lo que les apetece y quieren. Obedecer cuesta, y, sobre todo cuando lo que pensamos que debemos hacer no nos gusta o nos fastidia.
Lo importante es discernir que es lo que nos conviene, estudiar o hacer el ganso. Sin lugar a duda que en nuestra época de estudiante preferíamos hacer el ganso y no estudiar. Pero entendíamos que, a pesar de que nos exige esfuerzo y mortificaciones, lo que debíamos hacer es estudiar.
Igual puede ocurrirnos ahora. Creemos que cuando las cosas no son como nos gustan, buscamos a quien echarle la culpa, y casi siempre recae en Dios. Nuestra ignorancia es tan grande que, a quien nos ha dado la vida, le pagamos rechazándolo y negándolo. En el fondo lo que queremos es gobernarnos nosotros y hacer lo que nos viene en ganas. Luego las consecuencias son de Dios.
La vida se nos tuerce, porque sin Dios no tomamos buen camino, y las cosas suelen empeorarse, aunque al principio todo parezca que va bien. Y nuestro testimonio no es bueno, porque sembramos en los demás, y muy peligroso en los niños, odio, venganza, egoísmos...etc.
Muchos, equivocados y torcidos, sometidos ya al demonio, aparentando una falsa felicidad y sin razones que justifiquen su actitud, alientan a otros a que se enfanguen también, porque la vida cuando nos convertimos en guías de nosotros mismos va por muy mal camino.
Te pedimos Señor que, a pesar de lo accidentada de nuestra vida, nos des la sabiduría de saber discernir lo que está bien y lo que está mal, y no dejarnos escandalizar ni aconsejar por los que quieren confundirnos y llevarnos por mal camino. Amén.
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