Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 1 de diciembre de 2015

CUANDO DAMOS GRACIAS SOMOS HUMILDES



No se puede dar gracias si no te abajas y experimentas la humildad. Sólo da gracias aquel que se siente humilde y necesitado, porque dar gracias es reconocer que estás agradecido por lo que has recibido. Bien, es verdad, que esa acción de gratitud va sentida y nacida desde el corazón, porque se puede aparentar estar agradecido y sólo hacerlo desde una actitud de cumplimiento.

Jesús se siente agradecido al ver a los discípulos alegres y exultantes de gozo después que han tenido la primera experiencia de proclamar la Palabra. Y, alegre y lleno de Espíritu Santo, da gracias al Padre por revelar estas cosas a los sencillos y humildes.

También lo hacemos nosotros unidos a Jesús y en su Nombre. Gracias Padre por darnos a tu Hijo y, hecho Hombre, estar tan cercano para compartir con nosotros. Gracias, Padre, por entregarnos tu Hijo, para que, con su Muerte de Cruz quede saldada nuestra deuda pecadora y podamos ser digno hijos Tuyos. Gracias Padre porque no nos lo merecemos.

Gracias, Padre, por darnos un corazón pobre, sencillo y humilde para abrirnos a tu Gracia, y llenos de tu Espíritu, podamos, como tu Hijo Jesús, exultar de alegría y de gozo cuando, con nuestra vida y palabra, demos testimonio de tus enseñanzas. 

Sin embargo, Padre, sabemos que el camino es angosto y difícil de recorrer. Y reconocemos nuestros fallos y debilidades, y tememos decepcionarte y fracasar. Infunde en nosotros ese espíritu de sabiduría y voluntad, para no desfallecer ni abandonar el camino por difícil que se nos ponga. Gracias por tu compañia y por la fuerza que nos infunde en el Espíritu Santo. En Él nos confortamos y nos llenamos de paciencia y esperanza.Amén.

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