A veces, aparentemente, porque todo es apariencia en este mundo, te parece tenerlo todo, pero una leve enfermedad, o una no correspondida señal amorosa o amistad puede dejarte sumido en la más profunda desilusión o depresión. Ejemplos de estos tenemos muchos, sobre todo en las vidas de famosos y gente que se mueven en un mundo surrealista de riqueza y poder, y donde las apetencias priman por encima incluso de las personas.
Un mundo que termina pronto y que nunca deja satisfecho y en paz. Un mundo sin futuro que, a pesar de que lo tengas todo, nadie te libra de tus propios sufrimientos y tristezas. Un mundo que, a pesar de no favorecer invitarte a mirar hacia arriba, es, precisamente de arriba, el Cielo, de donde nos viene la solución y la salvación.
Porque, Jesús, ha Resucitado, y eso significa que ha vencido al mundo, y nosotros hoy queremos, junto y con el Papa Francisco y toda la Iglesia que Tú has dejado en sus manos, caminar firmes hacia Ti, unidos y apoyados los unos en los otros, fotalecidos en el compartir nuestra fe y nuestros esfuerzos en buscar la verdad, la justicia y la paz.
Queremos pedirte que nos des la sabiduría de dejarnos tocar por la Gracia y la Fortaleza del Espíritu Santo, para que por su Acción sepamos sosternernos y perseverar en la fe y en la confianza en Dios, nuestro Padre, para que, rescatados por los méritos de la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, merezcamos, por tu Misericordia, aguardarle con esperanza hasta su segunda venida y, en Él, Resucitar como nos ha prometido.
Danos, Señor, la Gracia de ascender en nuestra vida espiritual hacia arriba por el Camino, la Verdad y la Vida que nos señala tu Hijo, Jesús, para que en el ejercicio vivo de su Palabra y en la constante imitación de su Vida encontremos siempre el Camino que nos conduzca a Él. Amén.
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