Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 14 de mayo de 2016

SÓLO UNA COSA NECESITAMOS, SEÑOR: AMAR COMO TÚ NOS AMA



No podemos dejar de buscarte, y te buscamos, ¿dónde, si no en tu Iglesia? Es el lugar donde sabemos, a ciencia cierta, que Tú estás, porque en ella has dejado a Pedro como encargado de custodiarla y dirigirla aquí en la tierra, dándole poderes para atar o desatar el bien del mal. Y, también, de perdonar los pecados de los hombres.

Permanecer en ella nos ayudará a encontrarte. Pero encontrarte, no para seguirte como un mero espectador de un equipo deportivo, de forma pasiva y simplemente mirándote, sino también participando en la medida que puedas hacerlo. Es decir, respeto a lo que nos atañe: "Amando tal y como Tú nos dice y nos demuestra con tu amor".

Ese es el objetivo y la finalidad de seguirte, Señor. Y el que no lo tiene claro se perderá en el camino y será víctima de las tentaciones que le seducirán por el camino. Porque te seguimos, Señor, para aprender a vivir en y para el amor verdadero que Tú nos has dado y nos enseña con tu testimonio. Seguirte, para experimentar el despojo de mí mismo y la cruz de negarme, para, como Tú, crucificarme en el madero de mi vida y convertirme en amor, como quemado por el fuego de mi humilde corazón injertado en el Tuyo.

Y sé que, yo sólo, no puedo lograr eso. Sé, claramente, que mi humanidad caída y herida por el pecado puede conmigo y me vence. Pero, también sé que Tú has enviado a tu Hijo para levantarme, para darme fuerza y voluntad y sacarme de la esclavitud de mi pecado. Y, en Él, puedo vencer, porque con él soy mayoría aplastante y nadie ni nada puede vencerme.

Por eso, mi Señor, te pido desesperadamente que tomes mi corazón de piedra y egoísta y lo conviertas en un corazón suave, tierno, desprendido, despojado de todo egoísmo y entregado al amor verdadero del que Tu me has enseñado y dado testimonio.En esa confianza y esperanza voy detrás de Ti, como la hemorroisa (Mt 9, 20-22), dispuesto y esperanzado a esfuerzo de poder tocarte y llenarme de la fuerza de tu Espíritu. Amén.

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