Sí, Señor, quisiera tener un corazón como el de Zaqueo, capaz de dejarse transformar por tu Palabra y de dar un giro radical a su vida. Eso te pido, Señor, de forma concreta y firme. Dame un corazón capaz de cambiar, de hacer vida en él tu Palabra y tu mensaje de amor.
Pero, para eso, Señor, quizás tenga que experimentar ese deseo, como Zaqueo, de conocerte, de buscarte y de atreverme, sin miedo al ridículo, subir al árbol de mi vida para verte pasar. Abre mis oídos, Señor, para, en el silencio de mi corazón, escuchar tus Palabras y ser capaz de dejarlas actuar, en el Espíritu Santo, dentro de mí, para transformar mi corazón.
Despierta mi corazón para que avive el impulso de buscarte y de dejarme encontrar como hizo Zaqueo. Ablanda mi corazón y llénalo de sabiduría para en la escucha de tu Palabra sepa discernir tu Voluntad. Señor, que mi torpeza y mis egoísmos no sean obstáculos que me impidan hacer tu Voluntad. Sé que sin tu Gracia me será imposible vencerlas y eso te pido con todo mi corazón.
Ablándame, Señor, y seréname hasta el punto de revestirme de humildad y de paz, para aceptar mi condición pecadora y mi esperanza en tu misericordia. Lléname de esperanza y de amor para despojarme de todos los obstáculos que me separan de Ti.
Quiero buscarte, Señor, y escuchar tu invitación de cada día a ser mejor. Y vivir en esa actitud de, poco a poco, ir dando pasos hasta convertir todo mi corazón en hacer tu Voluntad. Amén.
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