Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 17 de julio de 2019

¡DAME, SEÑOR, UN CORAZÓN SENCILLO!

Resultado de imagen de Mt 11,25-27
Sé, Señor, y recuerdo que te lo he pedido muchas veces. Y no es que esté cansado ni que sienta vergüenza de insistir y volver a pedírtelo, sino que experimento una sensación de fracaso y decepción al no esforzarme y poner en práctica tu Palabra y tus mandatos. Sé también, casualmente esta tarde leyendo la historia de un personaje me ha quedado claro, que todo depende de Ti y mi papel es sólo seguirte y abandonarme en tus Manos, pero, lo cierto es que no te sigo. Te pido y luego yo hago otra cosa según mis gustos y las inclinaciones de mi soberbia.

Seguro que Tú, Señor, me has brindado muchas posibilidades de mostrarme para poder mostrarme humilde, pero yo posiblemente las he rechazado, y, peor, dándome cuenta no me he corregido. Quizás me creo que soy mejor que otros, o que con pedirlo me basta. Sé, Señor, que Tú lo puedes todo y sólo con tus Fuerzas puedo lograrlo, pero necesitas mi disponibilidad y mi consentimiento. Y, quizás, sea eso lo que te niego sin darme cuenta. Te pido humildad, pero, cuando llega el momento me resisto a dejar humillar.

Y lo entiendo, Señor, porque sólo de esa manera queda claro que mi corazón lo está pidiendo de verdad y con verdadera fe. Confiado y abandonado a tu Poder. Porque, la fe se muestra verdadera cuando la vida se hace vida, valga la redundancia, respondiendo con coherencia según tu Palabra. Y, ahora, Señor, quiero decirte que, contando, por supuesto, con tu Gracia, voy a esforzarme en tratar de ser humilde y asumir mis humillaciones y soberbia poniéndola en tus Manos.

Sin embargo, Señor, no puedo dejar de suplicarte que me ayudes en esos momentos donde tengo que humillarme y aceptar mis pecados. Amén.

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