Señor, quiero hacer tu Voluntad, pero me encuentro con muchas dificultades que me someten y me impiden hacerla. Me reconozco débil y pecador, y convencido que sin Ti, Señor, no podré cumplirla. Pero, yo, Señor, quiero dejar que Tú, que lo puedes todo, hagas de mi pobre corazón un corazón manso, humilde, comprensivo, generoso y, sobre todo, amoroso como el Tuyo. Un corazón semejante al Tuyo capaz de amar como Tú, Señor, me amas.
Esa, Señor, es mi esperanza, y eso, Señor, es lo que te pido y quiero. Dame la fortaleza y la voluntad de no desfallecer y de estar siempre dispuesto a levantarme de mis caídas, de mi tedio, de mi comodidades y egoísmos. Porque, yo, Señor, quiero seguirte, no de cualquier manera, sino siendo coherente con mi vida.
Confieso, Señor, que tus planes para conmigo me dan miedo y me asustan, porque, me exigen renunciar a todo eso que me apetece, me supera y que me tienta. y me descubren mis cruces del camino.
Confieso, Señor, que tus planes para conmigo me dan miedo y me asustan, porque, me exigen renunciar a todo eso que me apetece, me supera y que me tienta. y me descubren mis cruces del camino.
Y experimento que mis fuerzas, esas que Tú me has dado y, por lo tanto, dependen de mí, me fallan. Y tomo conciencia que hasta en eso, Señor, te defraudo. Perdóname, Señor, y dame la Gracia de resistir y perseverar. Amén.
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