HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.
Dentro de ti hay una lucha interna entre el bien y el mal. En tu corazón está la impronta de la huella de Dios, pero también mora en él la consecuencia del pecado original. Por lo tanto, en él se establece una lucha que da lugar a confrontaciones e interrogantes que angustian tu vida y la incomodan diariamente. Se trata de dar respuestas a esos interrogantes y perseverar en la confrontación en la Voluntad de Dios. Al final, si permanecemos fieles al Señor, venceremos.
Dentro de cada uno de nosotros hay como dos lobos, por decirlo de alguna manera. Dos lobos que encarnan el bien y el mal y que luchan entre sí tratando el uno de someter al otro. Al final ganará quien se alimente mejor. El uno de la codicia, de la ambición, de la mentira y del poder y venganza, y el otro de la verdad, de la justicia y del amor. De ti dependerá dejarte llevar por el mal y el pecado o abrirte a ese mensaje de conversión y preparación para el Reino de Dios que trae Juan el Bautista.
Ese es el motivo de la Encarnación. Dios se hace Hombre para, desde tu misma realidad humana anunciarte la Alianza de la Buena Noticia de Salvación. El Amor de Dios ha vencido al pecado y a la esclavitud. Jesús, el Mesías enviado te anuncia que Dios te ama y te propone un Plan de Salvación. Te pide que abras tu corazón para que, dejando entrar al Espíritu Santo, el te guíe, te oriente y te abra el camino que te lleve a la Casa del Padre.
Por eso, antes tienes que dar respuesta a esos interrogantes que establecen una lucha a muerte dentro de ti. Sin miedos ni presiones. Sin angustias ni desesperanzas. En plena calma, serenidad y, sobre todo, confianza. Porque, el Espíritu Santo está contigo y, Él, te irá alumbrando el camino; te irá conduciendo por la verdad y dará luz a tu vida. Sólo hay que tener confianza en que Dios Padre no nos abandona ni se descuida con cada uno de nosotros. Nos está siempre cuidando y pendiente de nosotros.
Tengamos confianza en él y confiemos en su Palabra. Pidamos la fe que nos sostenga siempre firmes y dóciles a escucharle y fiarnos de lo que nos dice a través del Espíritu Santo y de la Iglesia, nuestra Madre. Amén.
Tengamos confianza en él y confiemos en su Palabra. Pidamos la fe que nos sostenga siempre firmes y dóciles a escucharle y fiarnos de lo que nos dice a través del Espíritu Santo y de la Iglesia, nuestra Madre. Amén.
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