HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.
Muchas veces me pregunto ¿qué sería de mí si Tú, Señor, no hubieses nacido en este mundo? O, ¿qué sería de mí si no te hubiese conocido? Nunca he podido comprender, ni creo que lo llegue a comprender a aquellas personas que no se cuestionan nada en la vida y mueren unas tras otras cuando les llega su hora. No puedo entender que esperan y a que aspiran. No puedo entender como se puede vivir sin esperanza. O dicho de otra forma, vivir con la esperanza de alcanzar una vida larga. Me pregunto, ¿para qué?
Porque, llegado a una vejez larga tomas conciencia que te vas quedando solo y todos tus amigos han ido desapareciendo. Porque, tu mismo te descubres obsoleto, excluido y como que no perteneces ya a este mundo. Y sabiendo que tu destino es morir, ¿cómo te resignas a eso cuando hay una Buena Noticia que te propone la Vida Eterna y Plena de Felicidad. ¿Es que no sientes curiosidad por conocerla a fondo?
Puede haberte ocurrido que quienes te la hayan comunicado o anunciado no sean ejemplos ni buenos testimonios para creer. Pero, lo importante no son ellos ni lo que ellos transmitan, sino lo que tú creas y lo que tú descubras. Tu experiencia personal, si la has tenido, es la que vale. Un encuentro con Jesús, ese Niño que hoy por las fiestas que celebramos se presenta en un pesebre, es la clave. Él, si te puedo asegurar, no te falla.
Por todo ello, titulo esta humilde reflexión: Gracias, Señor Jesús por venir a este mundo a salvarme, porque no entendería como podría vivir en él sin esperanzas. Gracias, Señor, por darme esa luz y guiarme con tu Espíritu y, a pesar de mis pecados, acompañarme, perdonarme y fortalecerme para superar los obstáculos y tentaciones que tratan de impedirme seguirte. Amén.
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