Mc 6, 7-13 |
Se necesita ser libre y no estar aferrado sino a la verdad, la justicia y el bien. Todo buen anunciador necesita hacerlo en función del bien común. Es decir, hablamos y predicamos la Buena Noticia que se concreta en el bien de todos los hombres y mujeres del planeta. Incluyendo al mismo planeta. Y eso pasa por hablar en verdad y justicia, pero una Verdad y una Justicia que sólo nos puede venir de nuestro Padre Dios y que, a través de su Hijo, el Mesías enviado, nos ha sido enseñada y vivida con su Palabra y su Vida.
Pidamos esa libertad para dar testimonio de esa Palabra y la Gracia que en nuestro bautismo hemos recibido por medio del Espíritu Santo para ser mensajeros de la Verdad y Justicia que nuestro Señor Jesús nos propone y de la Misericordia que, por su Amor, nos perdona todos nuestros pecados. Pidamos ese don de la fe para que, fortalecidos en nuestra voluntad y en nuestro espíritu podamos libremente dar testimonio del Amor del Señor y de sus promesas de eterna felicidad. Amén.
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