A pesar de mis dudas, de mis pecados y mis fracasos, Señor, tú eres lo más importante de mi vida. Diría más, lo único importante de mi vida y lo que quiero conservar y guardar en lo más profundo de mi corazón. Y seguir tus enseñanzas ayudado por el Espíritu Santo. Señor, confío en Ti. No hay nadie como Tú y, sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.
Por eso, reitero y me reafirmo en poner mi vida en tus Manos y confiar en tu Palabra. Porque, tu Palabra es coherente con tu Vida y en Ti se ha cumplido la Palabra del Padre. ¿A quien puedo recurrir, Señor, y en quien puedo confiar? Todo lo que el mundo me ofrece y me propone es falso y está apoyado en la mentira y en el egoísmo. Mundo, demonio y carne son los pecados y tentaciones con las que me enfrento cada día y a las que puedo vencer estando unido a Ti.
Sólo Tú, Señor, tienes Palabra de salvación. Nos lo has dejado claro con tu Resurrección y, sin embargo nos cuesta creerlo y, muchos no lo creen, te rechazan y renuncian a aceptar tu Palabra. Y es que renunciar a nuestras apetencias y satisfacciones nos resulta costoso y será imposible sin tu presencia, Señor, y, alejados de Ti el mundo nos tiene en sus Manos.
Danos, Señor, la fortaleza, la sabiduría, la paciencia, la perseverancia, el sosiego y la paz para, desde las entrañas de este mundo no dejar de permanecer a tu lado y de seguirte fielmente creyendo en tu Palabra y enseñanzas y, con la acción del Espíritu Santo, llevarlas a mi vida cada día. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario