Con toda certeza vamos a encontrar en nuestro camino momentos de zozobra, de tempestades y obstáculos que van a tratar de impedirnos seguir adelante. Son las consabidas cruces, de las que ya hablamos y asumimos, en muchas ocasiones, No son imaginarias, ni tampoco abstractas. Son esas, pequeñas cruces que se esconden en el vivir de cada día y que, quizás, no descubrimos ni aceptamos.
Son, precisamente, las cruces que nos irán crucificando en muchos momentos del camino y que nos tentarán a que abandonemos y demos la espalda al Señor. Por eso, Señor, conscientes de nuestras flaquezas y debilidades y amenazados por nuestra tendencia e inclinación a desfallecer, te suplicamos que nos des firmeza y fortaleza para sostenernos firmes en el camino de la fe y de tu seguimiento.
Somos conscientes de las dificultades y queremos seguirte, a pesar de los acontecimientos que se produzcan y que nos inducen a engaño provocándonos para que renunciemos a la escucha de tu Palabra. Por eso, te pedimos, Señor, que nos des esa valentía, sabiduría y fortaleza para soportar todos esos avatares y signos sin titubear para, confiando en tu Palabra, aguardar tu llegada. Amén.
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