Toda vida transmitirá lo que realmente vive. Conocemos a las personas por sus formas de actuar y por sus actos. Decimos, éste es así por lo que transmite con sus obras y palabras, y...etc.
Su forma de actuar nos descubre que tras sus actos se esconde su testimonio y, por tanto, su luz. Esa luz que cada uno dejamos al mostrarnos tal y como somos. Y, reconociendo que somos pecadores, sabemos que nuestra luz tiene mucho también de oscuridad y de sombra.
Por tanto, desde esta pobreza y humildad, Señor, queremos pedirte que ilumines nuestros oscuros corazones y nos des la fortaleza, la sabiduría y la paz para convertir nuestras sombras y oscuridades en luz que alumbre el camino, no solo el nuestro, sino también al que, junto a nosotros, camina a nuestro lado. Danos, Señor, la serenidad de perseverar, de esforzarnos y de ser pacientes para superar nuestras oscuridades y abrirnos, confiados, a la acción del Espíritu Santo.
Haz, Señor, que nuestras vidas sean haces de luz luminosos que alumbre y proclamen tu Palabra, para que los que, estén presentes en nuestras vidas reciban ese haz de luz luminoso que le lleve a un encuentro personal contigo y abran sus corazones a tu Palabra. Amén.
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