Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 13 de septiembre de 2021

¡SEÑOR, AUMENTA NUESTRA FE!

 

No me cansaré de pedirte y suplicarte, Señor, que aumentes mi fe. Porque, de mí fe dependerá que yo te siga, te obedezca y crea en tu Palabra. Porque, de mi fe dependerá que yo persevere, me sostenga ante las tempestades y continúe por tu Camino. No el mío, sino el Tuyo. 

Dame, Señor, esa fe como la de aquel Centurión que fue capaz de creer en tu Palabra y que, para que se realizará, la distancia no sería ningún impedimento. Dame fe, Señor, para que, aún, estando lejos de Ti pueda creer que estás cerca; para que, no viéndote, pueda sentirte y saber que caminas conmigo. Dame fe, Señor, para que tenga esa esperanza de saber que Tú me cuidas, me proteges y me señalas el camino que lleva a tu Casa y en la que me tienes preparada una morada.

Sí, Señor, quiero tener esa fe humilde, pobre, inocente como la de los niños sin madres, sin padres, indefensos y perdidos que claman a un Padre Dios bueno que los proteja y les de todo eso a lo que tienen derecho y el mundo les niega. Sí, Padre, en Ti quiero creer y, sabiéndome débil, pequeño e indefenso, te pido que me conserves la inocencia de seguirte y creer, como Padre que eres, que solo Tú me llevas a esa Casa donde me espera un Amor Infinito y Misericordioso para toda la eternidad. Amén.

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