El camino está claro. Sabemos que tenemos que hacer, porque Jesús nos lo ha dicho muy claro y los apóstoles nos lo han transmitido claramente. No hay lugar a dudas. Y, por si las hubiera, Jesús mismo nos ha indicado que Él es el Camino, la Verdad y la Vida.
Otra cosa es que nuestras fuerzas sean débiles, y nuestra razón, limitada, dude y se deje seducir por sus flaquezas y apetencias. Nuestro egoísmo y satisfacciones tiran mucho y nos pueden. Si optamos por separarnos del Señor, será entonces el diablo quien se brinde a acompañarnos, y le será muy fácil encontrar ocasiones para seducirnos y atraparnos. Porque sabe nuestras debilidades humanas y nuestras flaquezas.
Por eso, Señor, conscientes de que no debemos separarnos de Ti, te pedimos fortaleza para emprender el camino sin titubeos y recorrerlo con firmeza y voluntad. Sabemos que ese camino nos llevará a la plenitud y a la Vida Eterna, porque Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna.
No es fácil vivirlo, porque las tentaciones son muchas, pero, si Tú nos lo manda es porque es posible. Y te has comprometido con estar a nuestro lado, porque sabes que contamos con las fuerzas necesarias para poder vencer. No nos lo mandaría si fuese superior a nuestras fuerzas, porque sería injusto. Nosotros, con voluntad y lucha, esa es la cruz que debemos cargar, e injertado en Ti, podemos vencer.
Padre bueno, danos la Gracia de soportar todos los contra tiempos y tempestades que en el trascurso de nuestra vida se nos presenta, y, confiados y esperanzados en tu Palabra y promesa danos la perseverancia de permanecer en tu Amor hasta tu segunda venida que esperamos confiados y pacientemente. Amén.
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