La fe solo se ve en el momento de la prueba. Es decir, cuando aparecen los obstáculos, las dificultades, incluso hasta el extremo de poner en riesgo nuestra propia vida, la fe se hace visible y se da verdadero testimonio de ella. Es el caso del protomárti Esteban, y de muchos otros que le han seguido hasta la fecha. Decimos y demostramos que creemos cuando en los momentos difíciles perseveramos y persistimos en la fe.
Sin lugar a duda, creer en Jesús exige demostrarlo, pues, no solo con decirlo se le sigue. No basta solo, aunque también es necesario, parecer, sino ser, y se con un compromiso coherente y responsable.
Pero, siendo nuestra naturaleza débil, necesitamos encontrar el apoyo necesario para fortalecernos y sostenernos firmes en la fe. Una fe que solo sostendremos alimentados en la Eucaristía - Pan de Vida Eterna - en la que se nos ofrece Jesús, realmente presente bajo las especies de pan y vino.
Señor, te pedimos que nos des la perseverancia, la constancia y voluntad de sostenernos firmes en tu Palabra y seguimiento, alimentado siempre con ese Pan de Vida que Tú nos das, ofreciéndonos tu Cuerpo y Sangre. Amén.
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