Cada instante de mi vida es una prueba. Mi fe siempre está en peligro, porque mi debilidad y fragilidad se experimenta amenazada por las tentaciones de este mundo. En muchas ocasiones he oído, y hasta yo mismo lo he sufrido, confesar la fortaleza de la fe y la fidelidad al Señor, y en muchas ocasiones he visto como han fallado, se han retirados y yo mismo estuve perdido.
Sólo basta pensar lo que aconteció con Pedro (Mc 14, 26-31) para poder entender la debilidad de nuestra naturaleza humana. La duda siempre nos asalta y necesitamos tu Gracia, Señor, para poder sostenernos firmes en la fe. Sometidos al hambre y sed; pasiones y ambiciones; deseos y poder, difícilmente podremos escapar a estas inclinaciones que nos seducen y están prestas y bien utilizadas por el Maligno que, pendiente a nuestras debilidades, sabe y aprovecha el momento oportuno para lanzarnos el anzuelo.
No queremos separarnos de ti en ningún momento y fortalecernos en tu Palabra y Eucaristía. La oración es el arma con la que, en tu Nombre, Señor, podemos combatir todo lo que nos pueda venir de afuera. Ayúdanos a estar unidos y fortalecer nuestra fe al compartirla con hermanos donde apoyarnos y servirnos. Danos la sabiduría y voluntad de comprometernos y de integrarnos, poco a poco, poniendo mis talentos en servicio a los demás.
Hoy nos llamas, Señor, porque la mies es abundante y necesitas obreros para atenderla. No sé lo que podré hacer, ni tampoco qué hacer, pero enséñame a descubrir los talentos que me has dado para irlos poniendo al servicio de los demás, de mi familia y de la Iglesia, a través de la que podemos llegar a muchos lugares donde muchos no te conocen o se siente cansado y dispersos, sin rumbo y perdidos en este mundo donde abundan lobos y piratas que tratan de aprovecharse de los indefensos y marginados.
Apoyados en Ti, Señor, y confiados en la acción del Espíritu Santo, continuamos el camino poniendo todo lo que está de nuestra parte en servir y pastorear según tu Voluntad a todos aquellos que lo necesiten y se abran a recibirlo. Amén.
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