Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 7 de octubre de 2019

SIN DIOS NO HAY AMOR

Resultado de imagen de Lc 10,25-37 por Fano
Hemos sido creados semejantes al Señor, y eso significa que nos parecemos algo a Él, pero esa semejanza no tendrá efecto si nos apartamos de su presencia. Si de Él hemos salido, a Él volveremos. Por lo tanto, todo lo que sea alejarnos de la presencia del Señor es pérdida y muerte. Necesitamos, no sólo estar cerca de Él sino permanecer en Él e intimar con Él a través de la oración.

Porque, es el contacto permanente con Él a través de la oración lo que nos va a permitir experimentar que con y en Él todo es posible. Y eso significa que será posible amar, pero no al estilo humano donde todo lo que se da se guarda y se valora para, en recompensa y compensación, recibir el valor de lo dado. Será posible, decíamos, un amor al estilo de Jesús. Significa eso que será un amor gratuito, sin condiciones y pleno hasta el extremo de entregar la vida.

Una vida que quizás no sea cruenta, pero sí sacrificada día a día en el servicio entregado, en la disponibilidad diaria y la obediencia a darse gratuitamente. Posiblemente, esa medida de amor sea más sangrante y más sacrificada que la entregada toda y al instante. Una vida servida y dada gota a gota, en la escucha, en la atención, en la disponibilidad, en la comprensión, en el servicio y en la solidaridad al que más lo necesita, al marginado y al excluido.

Eso, Señor, es lo que pedimos, un corazón generoso, comprensivo, escuchante, atento y disponible a auxiliar, a comprender, a escuchar, a aliviar y a servir de forma gratis y por amor. Y eso sabemos que nuestro corazón egoísta y endurecido no lo podrá realizar sin tu auxilio y tu Gracia. Por eso, Señor, te pedimos que transformes nuestro corazón de piedra en un corazón de carne, tierno, suave, humilde y sencillo para que ame como Tú nos amas. Amén.

domingo, 6 de octubre de 2019

TE PEDIMOS DE NUEVO, SEÑOR, QUE AUMENTES NUESTRA POCA FE

Resultado de imagen de Lc 17,5-10 por Fano
También nosotros, Señor, queremos aumentar nuestra fe. Una fe que nos fortalezca y comprometa más en nuestro compromiso de bautismo; en nuestro compromiso de amor a los demás. Una fe que supere y venza nuestros egoísmos, nuestras apetencias, nuestros apegos y encienda nuestros corazones abriéndonos a la solidaridad, al servicio fiel y obediente y a la disponibilidad a la ayuda y alivio de los que sufren, carecen de lo más necesario y son excluidos socialmente.

Nuestra fe, si es fe verdadera, adulta y comprometida tiene que notarse, porque, la fe no se puede esconder. Si se tiene se ve. Se ve en tu forma de actuar, de acoger, de servir, de estar disponible y atento a las necesidades de los más pobres e indefensos. La fe se descubre en tu forma de mirar y de presentarte ante los demás. Posiblemente, sucede que nuestra fe, al menos la mía, es pequeña, muy pequeña y se nota muy poco o casi no se ve. Un cristiano no tiene que identificarse sino dejarse ver, y lo hace en la manera que trata de vivir su fe de forma natural y normal.

Un cristiano sobrenaturaliza todo lo natural que hace en su vida, porque entiende que lo hace al mismo Xto. Jesús y se siente siempre en su presencia. Pero, también naturaliza todo lo sobrenatural, porque lo hace como un servicio y como el acto más religioso de su vida. Sabe que su principal público es el Señor y todo, aunque se mueva dentro de la más absoluta intimidad sabe que Jesús, el Señor, está en su presencia. 

Por todo ello, Señor, te pedimos que aumente nuestra fe. Una fe que no se esconda, que no duerma o se despierte sólo en los templos o en los actos puntuales religiosos, sino una fe que camine en el mundo entre los hombres y mujeres del mundo y que se note. Se note en mi relación con ellos; se note en mi forma de hablar y de escucharles; se note en mi forma de comprenderles y atenderles; se note en la dulzura de mis palabras y atenciones; se note en mi disponibilidad a preocuparme por sus sufrimientos o problemas. Una fe que sorprenda y que interpele por su buena conducta y amor a la gente con la que me relaciono. 

Una fe, Señor, como la Tuya. Esa es la fe que quiero vivir y la que hoy te pido. Sé que tendrá que poner algo de mi parte, porque Tú ya me has dado parte de lo que necesito, pero, soy tan pobre y tan pequeño, Señor, que sin Ti y de tu Mano ando perdido y sin rumbo en la vida. ¡Aumenta mi fe, Señor! Amén.

sábado, 5 de octubre de 2019

TÉMPORAS DE ACCIÓN DE GRACIA

Resultado de imagen de TEMPORAS DE ACCIÓN DE GRACIA


H I M N O

Gracias, Señor, por esta agua que llega
del aire hasta los campos, hasta el bosque y el huerto;
gracias por tu palabra que riega este desierto
del alma, prometiendo las horas de la siega.

Gracias por tanta gracia, tanta cuidada entrega,
por el sol que calienta este corazón yerto;
gracias por estas flores primeras que han abierto
ojos de luz a tanta claridad honda y ciega.

Gracias porque te he visto latiendo en los bancales,
favoreciendo, urdiendo los tiernos esponsales
del verdor con la tierra, la rosa con la rama.

Gracias porque nos enseñas a ser en lo que era
al olvidar mis estiajes en esta primavera;
gracias porque es llegado el tiempo del que ama. Amén

De Laudes del sábado 5-10-19

viernes, 4 de octubre de 2019

ABRE Y TRANSFORMA MI CORAZÓN, SEÑOR

Resultado de imagen de Lc 10,13-16
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Tú me lo has dicho, Señor, y yo lo creo. Por eso, en tu Nombre me atrevo a pedirte que abras mi corazón a la Verdad, es decir a Ti, a tu Sagrado Corazón para que por Infinita e Inmensa Misericordia sea transformado semejante al Tuyo. Y en base a tu Palabra y promesa, yo, Señor, te pido esa Gracia. Amén.

No quiero que me suceda lo de Corozaín, Betsaida o Cafarnaún que siendo testigo de tus obras y milagros me quede en mis palabras y no viva en las Tuyas. Pero, tengo miedo de que así sea, porque, el mundo en que vivo es un mundo peligroso, seductor y apetecible a mis pasiones y debilidades. Cada día de mi vida es una nueva prueba a esas seducciones que el mundo me presenta. Mi alma está en peligro y mi cuerpo se experimenta vencido y atraído por esas apetencias humanas que hacen zozobrar mi espíritu.

Y no tengo otra defensa, Señor, que tu Amor y tu Fortaleza para defenderme de estas tentaciones con las que el mundo me tienta, valga la redundancia. Por eso, Señor, confiado en tu Palabra te pido, te busco y te llamo para que, siguiendo tu promesa, abras mi corazón a tu Palabra y lo fortalezcas para que, suavizado y tierno, se confíe a tus mandatos y obediencia. Dame, Señor, la sabiduría de reconocerme pecador y pequeño ante Ti y tomar conciencia de que Tú eres mi Padre y mi salvador.

Señor, quiero un corazón humilde, como Tú me aconsejas, para escuchar a tus enviados, a los que me rodean, a los humildes y que, aparentemente, poco parece que puedan decir y enseñar, pero, son tus preferidos, señor, y por los que Tú has querido hablar y pronunciarte y desvelar y descubrir tus misterio y hasta darnos tu fe. Por eso, Señor, necesito, y te lo suplico una vez más, dame un corazón sencillo, humilde y capaz de acoger lo pequeño y, de manera especial, tu Palabra. Amén. 

jueves, 3 de octubre de 2019

OCTUBRE - MES MISIONERO

Oración propuesta por el Papa Francisco, para el Mes Misionero Extraordinario

"DAR LA PAZ ESTÁ EN EL CENTRO DE LA MISIÓN DE LOS DISCÍPULOS DE CRISTO" Papa Francisco
80420-oracion-propuesta-por-el-papa-francisco-para-el-mes-misionero-extraordinario

PADRE NUESTRO
Tu Hijo Unigénito Jesucristo
resucitado de entre los muertos
encomendó a sus discípulos el mandato de
“id y haced discípulos a todas las gentes”;
Tú nos recuerdas que a través de nuestro
Bautismo somos partícipes de la misión de la Iglesia.

Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la
Gracia de ser testigos del Evangelio,
valientes y tenaces,
para que la misión encomendada a la
Iglesia, que aún está lejos de ser completada,
pueda encontrar manifestaciones nuevas y
eficaces que traigan vida y luz al mundo.

Ayúdanos a hacer que todos los
pueblos puedan experimentar el
amor salvífico y la misericordia de Jesucristo,
Él que es Dios y vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén

miércoles, 2 de octubre de 2019

LA CÁRCEL DE NUESTRA HUMANIDAD

Resultado de imagen de Mt 18,1-5.10
De alguna manera vivimos en una cárcel, pues estamos sometidos a nuestras propias apetencias y pasiones. Nos sentimos débiles y amenazados hasta el punto de experimentarnos seducidos por la debilidad de nuestra carne. Y nuestras reacciones no se resisten a la propuesta, falsa y aparente, que el mundo nos propone. ¿Qué hacer ante tantas tentaciones y peligros de las que no podemos librarnos? ¿Rendirnos? No parece la mejor idea, pues en el mejor de los casos todo lo que nos propongan está destinado a la caducidad y eso desvalora enormemente esa propuesta.

Jesús nos promete lo verdaderamente valioso e importante: Vida Eterna en plenitud gozosa de felicidad. Y eso, propuesto por Él, es garantía de cumplimiento y promesa apoyada en su Palabra, Camino, Verdad y Vida. Su Resurrección lo avala y lo demuestra. Ante tanto testimonio sobran las palabras. Y la moneda, por decirlo y expresarlo de alguna manera, válida es el amor. Sin amor nada se consigue, pero con amor, que es lo que Jesús propone y nos da, alcanzamos la plena liberación de todo aquello que nos amenaza y  nos esclaviza.

Y Él, el Señor, es garantía de todo lo que nos ha dicho y prometido. No se ha limitado a simplemente decírnoslo, sino que Él ha ido delante viviéndolo y cumpliendo. Y la apoteosis ha sido su Resurrección. Él ha vencido la muerte y los que en Él creen tienen la promesa de que también, en Él, la vencerán y alcanzarán esa promesa de Vida Eterna en plenitud. ¡Alabado y glorificado sea el Señor! Amén.

martes, 1 de octubre de 2019

UN CORAZÓN MISERICORDIOSO

Resultado de imagen de Lc 9,51-56
Mi corazón, Señor, esta contaminado por el odio, la ambición, la soberbia, la pereza y la venganza entre otras muchas apetencias. Es el pecado que, aunque lavado en y por el Bautismo, por mi condición humana y pecadora, me hace caer repetidamente cada día. Y necesito levantarme y, limpio, volver a empezar el camino. Gracias, Señor, por esa maravilla del sacramento de la Reconciliación donde me das la oportunidad de volver a limpiarme y resarcirme de todas mis faltas y errores, sobre todo de ese deseo irrefrenable de venganza ante las ofensas recibidas.

En el Padrenuestro, la oración que nos enseña Jesús, pedimos el pan de cada día. Pero, no sólo el pan material, sino también el espiritual que nos da firmeza y sujeta nuestra fe por la Gracia de Dios Padre. Y también pedimos el perdón de nuestros pecados, que trae como condición indispensable el perdonar también nosotros las ofensas recibidas de los otros. No podré recibir la Misericordia de Dios si yo no estoy dispuesto a, contando con su Gracia, perdonar a los demás, incluso a mis enemigos.

Y es que Jesús, el Señor, no sólo nos lo enseña y nos lo dice, sino que nos da ejemplo. En el Evangelio de hoy comprobamos como Jesús reprende a Santiago y Juan cuando manifiestan el deseo de vengarse y de arrojar fuego sobre los habitantes de aquella aldea de Samaría por no acoger a Jesús. El Señor le invita  a irse a otro sitio sin responder a ese rechazo de acogerlos.

¿Me dice eso algo a mí? ¿A cuántos que me han ofendido me resisto a darle mi perdón y les aguardo una oportunidad para vengarme? ¿Cómo es posible que no escuche ni medite lo que Jesús me dice en y con su Palabra? Realmente, ¿mantengo esa actitud en mi corazón o, abierto a su Misericordia le suplico que me transforme y me dé un corazón misericordioso?

La Palabra no es solo para conocerla sino para, conocida, vivirla. Al menos intentarlo, pues de no ser así estaremos siendo indiferente, como ayer el rico epulón respecto al pobre Lázaro. Pedimos vencer esa indiferencia y estar atentos al dolor que nos rodea y no responder con venganza. Amén.