No sólo por nuestra propia experiencia sino fundamentalmente porque Tú nos lo has dicho, sabemos Señor que el camino hacia Ti se nos hace pesado, cargado de tristezas y sufrimientos. También hay alegrías pero sabemos que tarde o tempranos aparecerán las penas y sufrimientos. También nos espera la muerte que tendremos que compartir con la tuya, que has entregado para nuestra salvación.
Pero tu Palabra nos da esperanza y alegría porque nos promete tu regreso y el gozo final y eterno. Eso hace de nuestro camino, a veces penoso y triste, un camino de esperanza, y donde hay esperanza siempre hay una alegría contenida en paz. Por eso, el cristiano es alegre, porque su alegría está apoyada en la esperanza de tu Palabra.
Gracias Señor por estas Palabras llenas de Esperanza y de gozo. Sabemos que el camino se presenta duro, pero también sabemos que vamos acompañados por tu Espíritu y que en Él encontraremos las fuerzas necesarias para soportar con paciencia y paz el dolor de compartir nuestra pequeña cruz con la Cruz donde Tú al entregar tu muerte nos has redimido y regalado la salvación eterna por amor.
Por todo ello, te pedimos Señor que nos ilumines y nos llenes de tu sabiduría y fuerza para soportar el recorrido arduo y duro que el camino de cruz que tenemos que recorrer sea junto a Ti e injertado en Ti. Amén.
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