El mundo es uno de los peligros del alma que aprendí desde pequeño. No es fácil andar por el mundo porque hay muchos salteadores y ladrones que tratan de robarte tu tesoro más preciado, el alma. Necesitas un Buen Pastor y un buen redil donde estar protegido y seguro fuera y lejos de esa amenaza que te acecha afuera. Y eso lo sabe el Señor y se te ofrece como el mejor y Buen Pastor para cuidarte y protegerte.
Jesús es el Buen Pastor que cuida de sus ovejas, las defiende y las protege. Yo quiero, Señor, pertenecer a tu rebaño y seguir tus pasos al ritmo de tu voz. Quiero conocer tu llamada y obedecerte presto y entrar por la puerta a tu redil. No permitas que me pierda en este mundo que amenaza con tentarme y engañarme.
Señor, dame la sabiduría de pertenecer y estar en tu Iglesia. De caminar según sus enseñanzas y obedecer sus indicaciones, pues eres Tú, Señor, quien, en el Espíritu Santo, la diriges, la proteges y la cuidas.
Pero sobre todo, abre mis ojos, mi corazón y mis oídos para saber verte, sentirte y escucharte en todo momento en el camino de mi vida.
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