En estos días de Pascua estamos leyendo los hechos de los apóstoles. Son esos hechos los que nos han transmitido el Mensaje de Jesús. En ellos se recoge la vida publica de Jesús, sus Hechos y sus Palabras, pero también, los hechos de los apóstoles.
Y gracias a esos hechos hemos podido conocer a Jesús aprender a amarle y saber que Él y el Padre son uno. Hemos aprendido que viendo a Jesús, vemos también al Padre. Y que el Padre está en Él, y Él en el Padre. Pero, sobre todo, sabemos que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y que sólo por Jesús encontramos el camino para llegar al Padre.
Por eso, Señor dame fuerza para seguir guardando tus Mandamientos, porque, al guardarlo y hacerlos vida en mi vida, estoy afirmando lo que dice mi corazón y pronuncia mi boca. Dame la Gracia de que mis hechos sirvan para descubrirte mi amor y para que los que vienen detrás de mí sepan reconocerte y seguirte al ver reflejada tu presencia en mí humilde persona.
Quiero Señor confesarte mi fe y mi obediencia en guardar tus Mandamientos, no sólo con mis palabras sino también con mis obras, porque ellas darán veracidad a lo que sale de mi boca. Soy consciente que ello no lo podré hacer con mis solas fuerzas, sino con la asistencia y ayuda del Paráclito que el Padre nos ha enviado en tu Nombre.
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