Mi corazón está contaminado. Hay mucha basura dentro de él y se me hace difícil amar en muchos momentos de mi vida. Cuando el egoísmo de mi corazón ocupa el centro, mis hermanos, los que Tú Señor has creados para que yo los ame, se vuelven mis enemigos y trato de trepar por encima de ellos. Son momentos en los que priman mis intereses y me olvido de los demás.
Pero, lo más importante, ¿sabes Señor?, es que yo lo sé y sé que Tú también lo sabes. Me descubres hasta lo más profundo de mi corazón y, ¡qué maravilla", nada te importa, continúas amándome. ¡Y todavía más, entregas a tu Hijo, tu único Hijo, a una muerte de Cruz para salvarme! ¡Realmente esto no se entiende! ¡No se entiende sino desde la óptica del Amor! ¡Desde una locura de Amor inigualable, Infinita y plena!
Por eso, Señor, me atrevo a pedirte que entierres toda esa basura de desamor que hay en mí, y descubras todo lo bueno que Tú has sembrado dentro de mi alocado, ignorante, pobre y desorientado corazón. Para que, por la acción de tu Espíritu, sea capaz de derramar amor y amor como es Amado por Ti.
Sigo en la lucha de cada día perseverando y esforzándome en mantener mi corazón abierto a tu Gracia, para que, cuando Tú decidas, todo el Amor de tu Infinito Corazón se derrame en el limitado mío y dé los frutos que tu Voluntad tenga a bien concederme. Amén.
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